Notas de lectura "El chico sucio-Mariana Enriquez"
La protagonista de esta historia reside en la casa de sus abuelos ubicada en Constitución, un peligroso barrio de Buenos Aires donde la desigualdad social muestra su faceta más cruel. Proveniente de una familia acomodada y con una carrera profesional, ella contrasta con el resto de las personas que habitan en esa zona.
La narradora relata cómo en la esquina de su casa, en la vereda, vive una joven madre embarazada y adicta a las drogas junto a su hijo pequeño, a quien apodan el "chico sucio", título del cuento. El niño se dedica a pedir dinero en el subterráneo y pasa las noches durmiendo en los colchones que comparte con su madre en la calle.
Una noche, el chico sucio golpea la puerta de la narradora. El niño está llorando y su madre no se encuentra presente. La protagonista lo deja entrar, le ofrece comida y lo lleva a tomar un helado a unas cuadras de allí. Al regresar de la heladería, descubre que la madre del niño ha regresado y esta la increpa. Llena de miedo, la narradora se apresura a regresar a su casa.
Al día siguiente, tanto el niño como su madre han desaparecido. Una semana después, la narradora regresa del trabajo y encuentra el barrio lleno de policías. Han hallado a un niño decapitado, con la boca cosida. Entre la multitud que rodea los vehículos policiales se encuentra Lala, amiga de la narradora y peluquera. Juntas van a la casa de la protagonista para ver los acontecimientos por televisión. En ese momento, la narradora le confiesa a Lala que cree conocer al niño y le relata toda la historia de la semana anterior.
Al día siguiente, aparece una mujer en las noticias que reclama ser la madre del niño. Sin embargo, no se trata de la madre del chico sucio conocido por la narradora. Días después, la policía llama a declarar a la protagonista, junto con todos los vecinos, y le muestran una foto de "Nachito", el niño degollado. Pero no se trata del chico que ella conoce. La policía le pregunta si sabe que el Gauchito Gil murió degollado. Ella responde afirmativamente y les cuestiona a los oficiales si creen que este hecho guarda relación con el caso, aunque no obtiene respuesta.
Una noche, al regresar del trabajo, la narradora ve nuevamente a la madre del chico sucio. La joven ya no está embarazada y tampoco lleva consigo a su hijo, ni hay rastro alguno del chico sucio. Sin pensarlo dos veces, la protagonista la confronta y le pregunta dónde está su hijo. La joven le responde que ya no tiene hijos, que los prometió a alguien, pero no revela a quién. Acto seguido, la joven huye corriendo y la narradora regresa a su casa, sintiéndose sumamente triste por lo sucedido, mientras espera ansiosa los golpes en la puerta del chico sucio.
Con respecto a la tesis sobre el cuento de Piglia, observamos dos historias. La primera es relato principal contemplado por la narradora. La segunda historia seria lo que sucede con el chico sucio.
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