Notas de lectura "La carta robada-Poe"
Este relato comienza contandonos la historia e un jefe de policía. Un oficial de alto rango acude al detective Dupin y a su amigo, el narrador, en busca de ayuda para resolver un intrigante caso de robo de una carta en las habitaciones reales. El ladrón ha utilizado la carta como instrumento de poder para chantajear al oficial con fines políticos.
El ladrón resulta ser el Ministro D, quien fue testigo del robo de la carta por parte de la víctima y otro individuo. Dupin, inicialmente, se niega a involucrarse en el caso, pero ofrece consejos al oficial sobre cómo investigar las propiedades del ministro. El prefecto lleva a cabo una serie de registros en la mansión del ministro, pero sus esfuerzos resultan infructuosos.
Después de un mes, el prefecto regresa en busca de la ayuda de Dupin, ofreciéndole una generosa recompensa por resolver el caso. Dupin acepta, aunque ya ha recuperado la carta por sus propios medios utilizando métodos más simples que los del prefecto. Habiendo puesto en práctica su perspicacia y habilidades deductivas, Dupin se coloca en la posición del ladrón y llega a la conclusión de que este no habría escondido la carta en lugares obvios o que la policía probablemente registraría. En cambio, el ladrón optaría por un lugar sencillo y visible.
Dupin localiza la carta en un tarjetero, la cual está manchada y arrugada. Habiendo robado la carta, Dupin la reemplaza fácilmente por otra que ha preparado meticulosamente en su hogar, imitando el monograma de D con sorprendente habilidad, utilizando un sello hecho de miga de pan.
En este caso, tenemos la primera historia en donde el comisario busca la ayuda de Dupin y el narrador, les relata la historia del robo de la carta y juntos intentan descifrar los hechos ocurridos. Como segunda historia, Dupin narra como logro encontrar y robar la carta, revelando su estrategia y habilidades empleadas en el proceso
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